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Imagen cortesía de Ventanas al Universo.
Formación de Rayos
El cielo esta lleno de cargas eléctricas. En un cielo en calma, las cargas positivas (+) y negativas (-) están regularmente distribuidas a través de la atmósfera. Por tanto, un cielo calmo tiene una carga eléctrica neutral.
En una tormenta eléctrica, las cargas eléctricas aparecen distribuidas de forma diferente. Una tormenta eléctrica consiste de cristales de hielo y granizo. Los cristales de hielo tienen carga positiva, y los granizos tienen carga negativa. Una corriente ascendente arrastra los cristales de hielo hacia la parte superior de la tormenta. Mientras, el granizo con una fuerte carga negativa es forzado hacia la parte inferior de la tormenta por una corriente descendente. De esta manera, las cargas positivas y negativas de la nube son separadas en dos niveles: la carga positiva en la parte superior y la negativa en la inferior.
Durante una tormenta eléctrica, la superficie de la Tierra tiene una carga neta positiva. Debido a que las cargas opuestas se atraen, la carga negativa en la parte inferior de la nube de tormenta quiere enlazarse con la carga positiva de la superficie de la Tierra.
Una vez que la carga negativa en la nube es lo suficientemente grande como para vencer la resistencia del aire, un flujo de partículas negativas comienza a acercarse a Tierra. Esto se conoce como "trillo". La carga positiva de la Tierra es atraída por este trillo, y fluyen cargas positivas a través de un punto elevado como un árbol o poste telefónico, y en el aire. Cuando el trillo y las cargas positivas de la Tierra se encuentran, una fuerte corriente eléctrica transporta carga positivas hasta la nube. Esta corriente eléctrica es conocida como descarga inversa del rayo y es visible al ojo humano. El proceso anterior ocurre tres o cuatro veces en unos pocos segundos. Normalmente el ojo humano no puede diferenciar las diversas descargas inversas.