Circulación Termohalina: La Correa Transportadora Oceánica
Nuestro planeta tiene varios océanos, el Pacífico, el Atlántico, el Indico, el Árctico, y el Océano del Sur. Mientras tenemos diferentes nombres para ellos, no están en realidad separados. No hay muros entre ellos. El agua se mueve libremente entre los océanos. Todos están conectados en un océano global.
Si visita una costa y observa el océano verá que el agua está en constante movimiento. Olas rompen en la playa, las mareas mueven agua arriba y abajo dos veces al día, corrientes costeras y resacas alejan a nadadores desprevenidos de sus toallas. Estas son sólo algunas de las maneras en que se mueve el agua de mar en pequeñas escalas. El agua de mar también se mueve en escalas mayores. Hay una gran patrón de movimiento del agua de mar alrededor del océano mundial. Este patrón es motivado por cambios en la temperatura y salinidad, que afectan la densidad del agua. Este patrón es conocido como Correa Transportadora Oceánica o circulación termohalina. Afecta desde el agua superficial hasta el agua del océano profundo, moviéndolas alrededor del mundo.
La Correa Transportadora Oceánica mueve el agua muy lentamente, a un máximo de unos 10 cm por segundo, pero mueve una enorme cantidad de agua. Este patrón de circulación desplaza 100 veces la cantidad de agua del Río Amazonas. El agua se mueve fundamentalmente por diferencias en la densidad relativa. El agua más densa se hunde bajo el agua menos densa. Dos cosas afectan la densidad del agua de mar : temperatura y salinidad.
Agua fría es mas densa que agua cálida.
- El agua se enfría cuando pierde calor hacia la atmósfera, especialmente a altas latitudes.
- El agua se calienta cuando recibe energía solar, especialmente a latitudes bajas.
Agua más salada es más densa que agua menos salada.
- El agua se hace más salada si la razón de evaporación es alta.
- El agua se hace menos salada si hay una entrada de agua fresca, ya sea de hielo que se derrite, precipitación, o desde tierra.
En el Atlántico, la circulación del agua de mar es forzada actualmente por las diferencias de temperatura. Agua que se calienta cerca del ecuador viaje por la superficie de los océanos hacia latitudes altas, donde pierde parte del calor a la atmósfera (manteniendo temperaturas relativamente templadas en Europa y Norte América). El agua así enfriada se hunde hacia las profundidades y viaja por el océano mundial, posiblemente no saliendo a la superficie por centenares e incluso miles de años.
Existe la preocupación de que si el Árctico se calienta y más hielo marino se derrite, la entrada de agua fresca provocará que el agua de altas latitudes sea menos densa. Agua menos densa no podrá hundirse y viajar por el océano mundial. Esto podría detener la correa transportadora oceánica y cambiar el clima de los continentes europeos y norte americano.