Cambios en la Península Antártica Relacionados con el Clima son Forzados por la Parte Superior e Inferior del Ecosistema
Los científicos establecieron hace mucho tiempo que la península antártica es uno de los puntos de la tierra que más rápidamente se calienta. Ahora, nuevas investigaciones usando detallados datos satelitales, indican que el clima cambiante no sólo está afectando los pingüinos en el ápice de la cadena alimentaria, simultáneamente está afectando la vida microscópica que es la base del ecosistema.
La investigación fue publicada en la edición del 13 de marzo de la revista Ciencia, por los investigadores del programa Investigación Ecológica de Largo Plazo, LTER (por sus siglas en Inglés, Long Term Ecological Research) de la Fundación Nacional de Ciencias (NSF, por sus siglas en Inglés, National Science Foundation). El programa LTER tiene 26 oficinas alrededor del globo, incluyendo dos en Antártida, lo que permite el seguimiento de variables ecológicas en un determinado plazo, para poder revelar los mecanismos del impacto del cambio de clima sobre los ecosistemas. Los resultados específicos fueron hechos por los investigadores con el Palmer LTER, usando datos recogidos cerca de la Estación Palmer y del buque oceanográfico Lorenza M. Gould. La estación Palmer y el Lorenza M. Gould son operados por la oficina de programas polares de la NSF.
Hugh Ducklow, del Laboratorio Biológico Marie, en Woods Hole, e investigador principal del proyecto Palmer LTER, señaló que los nuevos resultados científicos son significativos, y también son consistentes con las tendencias del clima en la península y otros cambios observados.
Sin embargo, fueron necesarios el uso de nuevas herramientas científicas y de trabajo analítico del compañero postdoctoral Martin Montes Hugo para verificar cientificamente lo que por algún tiempo habían estado deduciendo los científicos de otros cambios.
"Debo decir que los resultados no fueron una sorpresa; creo que con el peso del resto de las observaciones que teníamos de los cambios que ocurrían a los organismos más arriba en la cadena alimentaria, nosotros pensamos que el fitoplacton no podría escapar a este nivel de cambio de clima", señaló Ducklow. " Pero, fue Martin con las herramientas y habilidades adecuadas quien hizo el análisis y probó lo que sospechábamos".
Esos datos, recopilados durante años, eran esenciales para el seguimiento de los patrones que apoyaron los nuevos resultados.
" Esta es la belleza del programa de LTER", agregó.
Durante los últimos 50 años, las temperaturas inviernales en la península han aumentado cinco veces más rápidamente que la media global y la duración de la cobertura del hielo marino ha disminuido. Un clima marítimo caliente, húmedo se ha trasladado a la región norteña de la península, empujando las condiciones continentales, polares en dirección sur.
Como resultado, el predominio de las especies que dependen del hielo marino, como los pingüinos Adelie, pez plata y camarones antárticos, han disminuido en la región norteña de la Peninsula, y las nuevas especies que típicamente evitan al hielo, tales como los pingüinos Gentoo y Chinstrap, y pez linterna, se están trasladando a este habitat
Los investigadores del programa LTER muestran que los datos satelitales del color del oceano, temperatura, hielo marino y vientos oceánicos, indican que el fitoplacton en la base de la cadena alimentaria también está respondiendo a los cambios en la parte superior del hielo marino y a los vientos alimentados por el cambio de clima. Sin embargo, hay cambios contrastantes en las regiones del norte y del sur, y los datos satelitales y terrestres proporcionan nueva luz sobre los mecanismos en cada región.
A los investigadores no les sorprendió que durante los últimos 20 años la productividad primaria en las aguas de la península haya cambiado dramáticamente. Pero los cambios contrastantes en el norte y en el sur fueron una sorpresa.
En el norte, donde están desapareciendo especies hielo-dependientes, la cubierta del hielo marino ha disminuido y la intensidad del viento ha aumentado. La intensidad del viento y la reducción del hielo marino generan mayor mezcla en la superficie de las aguas oceánicas. El resultado es una profundización de la capa superficial mezclada que disminuye la tasa de productividad primaria y genera cambios en especies de fitoplacton, debido a que las células de fitoplacton se ven expuestas a menor cantidad de luz.
En las aguas de la península meridional, donde las especies hielo-dependientes continúan prosperando, la situación se invierte. Allí, la pérdida del hielo marino ha ocurrido en áreas que anteriormente cubrían la mayor parte de la superficie del océano durante casi todo el año. Ahora, el hielo es menos frecuente, exponiendo más cantidad de agua a la luz del sol y al crecimiento estimulante del fitoplacton. La pérdida del hielo en el sur, combinado con menor intensidad del viento, promueve la formación de una capa mezclada a menor profundidad, con creciente luz y el desarrollo de las células grandes del fitoplacton, tales como las diatomeas. Las diatomeas, criaturas unicelulares, forman la base de la rica cadena alimenticia de la antártica, la cual incluye camarón antártico, pingüinos y ballenas.
El texto anterior es cortesía de la Fundación Nacional de Ciencias, NSF.