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Imagen cortesía de Norman Kuring/NASA
Sobreflujo del Río más Grande del Mundo - el Amazonas - Alimenta el “Sumidero” de Carbón del Océano Atlántico
Los científicos que condujeron un estudio plurianual indican que los alimentos del Río Amazonas fluyen mucho más allá de la plataforma continental y fuerza el ciclado del carbón en el océano tropical. Esta semana, los científicos publicarán sus resultados en línea, en las Actas de la Academia Nacional de Ciencias (PNAS, Proceedings of the National Academy of Sciences).
Los investigadores descubrieron una significativo y asombroso arrastre del dióxido de carbono de la atmósfera hacia el océano tropical por microorganismos que viven en el sobreflujo del río Amazonas. El hallazgo revela el asombroso e importante papel que juegan los océanos tropicales y los grandes ríos en la absorción total del carbón en los océanos.
"Este trabajo ha conllevado a un importante descubrimiento sobre la fuente de nitrógeno que abastece de combustible la productividad de las aguas tropicales del océano, especialmente aquellos a donde fluyen los grandes ríos" indicó David Garrison, director del programa biológico de oceanografía de la Fundación Nacional de Ciencias (NSF, National Science Foundation ). El programa de Biocomplejidad en el Medio Ambiente de NSF financió esta investigación.
El río del Amazonas es el río más grande del mundo en volumen; también es el sumidero de drenaje más grande en el planeta, representando un quinto del flujo total de ríos de la Tierra. Debido a sus extensas dimensiones, este río es algunas veces conocido como "el río mar".
Durante varios meses al año, el sobreflujo del Río Amazonas cubre un área dos veces el tamaño del estado de Texas, señaló Ajit Subramaniam, un biólogo oceanógrafo de la Universidad de Columbia y el autor principal del informe de PNAS. (Actualmente, Subramaniam está de permiso de Columbia, y actualmente es director rotativo de programa en NSF.)
El Atlántico Norte tropical había sido considerado un emisor neto del carbón de la respiración de la vida oceánica. Un estudio realizado en el 2007 estimó que la contribución del carbón del Océano Atlántico tropical era de 30 millones de toneladas anuales.
El nuevo estudio encuentra que la respiración es compensada por el fitoplacton, de la cual la mayoría pertenece a un grupo de organismos llamados diazótropos.
Los diazótropos toman nitrógeno y carbón del aire y los usan para hacer sólidos orgánicos que se hunden al suelo marino.
Los diazótropos "fijan" nitrógeno, permitiéndoles prosperar en aguas pobres de alimento. También requieren de pequeñas cantidades de fósforo y de hierro, que el Río Amazonas trae a las aguas lejanas del océano.
Las formas de vida microscópicas responsables de esta reducción del carbón cambian a lo largo del sobreflujo del río, señaló Subramaniam. " Estos organismos son regulados por la biogeoquímica del río, y son sensibles a las alteraciones en el uso de los terreno y al cambio de clima. Actividades tales como los cambios en las prácticas agrícolas y la construcción de presas, alterarán la magnitud de esta reducción".
Otros grandes ríos tropicales del mundo también pueden contribuir a la captura del carbón, indicó a Doug Capone, científico marino en la Universidad de California del Sur y el co-autor del reporte de PNAS, agregando que los estudios de tales ríos están en curso.
Los océanos polares continúan siendo los responsables de la mayoría de absorción de carbón de los océanos. Pero, aunque el dióxido de carbono se disuelve más fácilmente en aguas más frescas, los océanos calientes pueden ser el lugar donde es más probable que exista un sumidero permanente de carbón, señaló Capone.
"Probablemente, los lugares importantes no son los que se encuentran a latitudes altas , sino en las áreas bajas donde hay un proceso predominante de fijación de nitrógeno", Capone dijo.
Los demás autores del informe son investigadores de la universidad de Georgia, Atenas; Universidad Estatal de San Francisco; la Universidad de Liverpool; la Universidad de Hawaii, Honolulu; Universidad Rutgers; Instituto de Tecnología de Georgia; y la Universidad de California, Los Ángeles.
El texto anterior es cortesía de la Fundación Nacional de Ciencias, NSF.