Orión
Los antiguos Griegos veían la figura del gran mito Griego, Orión, en el cielo de la noche. Hay muchas historias sobre como la figura de Orión fue colocada entre las estrellas. Orión era un gran cazador y era hermoso. Una vez, él fué a la isla de Chios donde se enamoró de Merope, la hija del rey Oenopión. Oenopión le prometió su hija a Orión si este lograba liberar a la isla de las bestias feroces que la infectaban.Sin embargo, luego que Orión completó exitosamente su tarea peligrosa, el rey se negó a entregarle a su hija. Orión estaba tan enojado que se emborrachó y violó a Merope. Pero, Oenopión vengó a su hija. El esperó hasta que Orión se durmió y le sacó los ojos a Orión. La furia de Orión fue muy grande. El supo por un oráculo que podía recuperar su vista si se iba al punto más lejano del este, donde se levanta el Sol desde el océano. Con la ayuda de un guía joven, Orión siguió las instrucciones y llegó a Delos.
Allí, la diosa Eos se enamoró de él y convenció a su hermano, el dios del Sol Helio, que le restableciera la vista a Orión. Orión trató de encontrar a Oenopión para vengarse. Mientras perseguía a Oenopión, Orión llegó a la isla de Creta donde conoció a la diosa Artemisa. Artemisa era una excelente cazadora. Ella convenció a Orión a que cazara junto a ella y abandonara su deseo de venganza.
El hermano de Artemisa, Apolo conoció de la relación de Orión con Eos. Además, el no estaba contento con la promesa de Orión de matar a los animales salvajes de la tierra. Entonces, Apolo persuadió a la diosa de la Tierra Gea a que le enviara un escorpión enorme a Orión. Orión pronto se dió cuenta de que su fortaleza y su espada no podían contra ese poderoso escorpión. El se tiró en un lago y nadó hacia Delos, donde Eos podría ayudarlo.
Mientras estaba nadando (demasiado lejos como para ser reconocido) Apolo llamó a Artemisa, y le señaló la cabeza de Orión, y puso en duda su capacidad de darle a un objeto tan lejano en el mar. Artemisa apuntó y disparó con éxito. Pronto se dió cuenta que había matado a su amante. En un estado de intenso dolor, Artemisa colocó la figura de Orión entre las estrellas.
