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Temperatura del Agua de los Océanos
La mayoría de la radiación solar (luz y calor) que llega al océano es absorbida en los diez primeros metros de profundidad. Las olas y las turbulencias mezclan rápidamente este calor en dirección descendente. La capa superficial de los océanos está bien mezclada desde la superficie hasta el fondo de esa capa. La temperatura del agua superficial (la capa mezclada) varía fundamentalmente con la latitud. Los mares polares (de latitud elevada) puede ser tan fríos como -2 grados centígrados (28.4 grados Fahrenheit), mientras el Golfo Pérsico (de baja latitud), puede llegar hasta 36 grados Centígrados (96.8 grados Fahrenheit). La temperatura promedio en las aguas superficiales de los océanos es de aproximadamente 17 grados Centígrados (62.6 grados Fahrenheit).
Hay un límite entre el agua superficial de los océanos y las capas más profundas, no bien mezcladas. Usualmente este límite comienza cerca de los 100-400 metros y se extiende por varios cientos de metros de profundidad. Esta región limítrofe, donde ocurre un rápido descenso de temperatura, se llama termoclina. Un 90 % del volumen total de los océanos se encuentra por debajo de la termoclina, en las profundidades de los océanos. Aquí las temperaturas se aproximan a los 0 grados Celsius. Así que, aún cuando las temperaturas del agua de la superficie sean de unos 20 grados Centígrados (¡buena temperatura para nadar!), la mayoría del agua de los océanos tiene una temperatura aproximada de 0-3 grados centígrados (32-37.5 grados Fahrenheit).
La densidad del agua de los océanos aumenta continuamente con la disminución de las temperaturas, hasta que el agua se congela. El agua de los océanos, con una salinidad promedio de 35 psu, se congela a -1.94 grados Centígrados (28.5 grados Fahrenheit). En altitudes muy altas, el agua de los océanos puede llegar a estas bajas temperaturas y congelarse. Las sales disueltas en el agua tienden a ser rechazadas por la formación de hielo, de manera que el hielo marino tiene sólo 1% de sal. Un buen dato para aquellos que están interesados en tácticas de sobrevivencia - a causa de la menor cantidad de sal, el hielo derretido es apto para el consumo, ¡aún cuando el agua de mar no lo es! -. La formación de hielo en latitudes altas eventualmente promueve la circulación de las aguas profundas de los océanos .
En la superficie de los océanos, las mediciones de las temperaturas se llevan a cabo mediante termómetros en boyas. Recientemente, el programa Argo ha comenzado con la tarea de monitorear el estado de la superficie de las aguas de los océanos en todo el globo. El programa Argo despliega flotadores que miden la salinidad y temperatura de la capa superficial de los océanos. Más de 3 000 flotadores han sido desplegados por los océanos, y cada uno de los flotadores está programado a hundirse 2 000 metros por debajo de la superficie, y se mantendrá a la deriva a esa profundidad durante 10 días aproximadamente. Posteriormente, el flotador emergerá de vuelta hacia la superficie midiendo continuamente la temperatura y salinidad. Una vez que el flotador llega a la superficie, los datos son enviados a un satélite, para que los científicos y el público tengan acceso a esta información sobre el estado de los océanos unas horas después de la captura de los datos. A mayor profundidad, las mediciones de temperatura y salinidad se llevan a cabo a través de un instrumento CTD (CTD = Conductividad, Temperatura, Profundidad en inglés), que es sumergido desde un barco o plataforma. Estos instrumentos son usados por el Instituto de Ciencias Oceánicas de las Bermudas (BIOS, por sus siglas en inglés), que ha estado tomando mediciones oceánicas, como temperatura, salinidad y concentración de oxígeno, por más de 55 años.
Los programas Argos y BIOS han publicado resultados que confirman que el océano se está calentando. Las temperaturas del agua superficial obviamente cambia de estación a estación del año, pero el océano en general se ha calentado aproximadamente 0.1 grados Fahrenheit (0.055 grados Celsius) en los últimos 30-50 años. Puede que no parezca mucho, pero es un cambio significativo. Imagine una cazuela de agua hirviendo en su cocina. Una pequeña cazuela hervirá rápidamente, una mucho mayor, a la misma temperatura, se calentará muy lentamente. Esto se debe a la diferente capacidad calorífica. El océano tiene una enorme capacidad calorífica debido a su gran tamaño, por esto se necesita una enorme cantidad de calor para calentar el océano. El hecho de que el océano se ha calentado de manera considerable en los últimos 30 a 50 años, es significativo y preocupante.
